Confiésalo. Fuiste tú quien me dejó completamente sola. Fuiste tú quien trajo la lluvia. Te has reído de mí, y conmigo. Me has hecho caminar hasta el fin del mundo. Me has obligado a ver, sentir, descubrir... hasta caer rendida. Fuiste tú quien hizo que me perdiera cuando necesitaba encontrarme.
Y sí, has sido tú quien al final me ha hecho llorar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario